¿Mala madre?

La invitación a un cumpleaños de 50 de su excompañera de escuela secundaria, sorprendió a Inés. Además, porque según le dijo en el mensaje de WhatsApp, también era una oportunidad para reencontrarse con algunas compañeras de la promoción. Dijo sí a la propuesta sin pensarlo mucho, más allá de que siempre fue un poco renuente a participar de estos encuentros porque sentía que era un recuento del camino andado como esposas, madres y demás. Sentía que tenía poco por compartir porque su realidad, era totalmente diferente: soltera, con una mascota y alguien que hacía de su independencia, un bastión a defender, a veces más de lo necesario. Llegó el día de la celebración y allá fue. La noche era más que ideal, excelente temperatura para disfrutar de una fiesta al aire libre y bajo un manto de estrellas juguetonas. Junto con la homenajeada, llegaron algunas de las excompañeras. Tomaron ubicación en torno a una mesa alejada del equipo de sonido para poder charlar. Algunas de ellas, ma...